viernes, 19 de febrero de 2010

Haití 


¡Gritos de dolor gritos de desesperación!
No los oigo los padezco yo
Gritos sepultados, en cualquier dirección
Gritos de espantos, no los merezco yo
Es el Gritos del negro, que se pierde en un rincón.
Haití. Duerme tu pueblo bajo el techo que Dios te dio.
¡Aparta tu llanto llénate de valor!
A tu hijo lo buscan. Quizás lo tenga Dios
Su madre dio su vida, para cuidar de los dos
¡Oh! pueblo desbastado sufro con tu dolor.
Pido al cielo un milagro, que derrame su amor
Para llenar el vacío que, quedó en tu corazón
¡Que renueve cada vida, con cada luz del sol!
¡Que libere de la opresión, que desangra tu corazón!
¡Pido al creador de nuestras vidas, un mañana mejor!

jueves, 18 de febrero de 2010




Quiero llegar hasta ti.
Colarme como la noche
Sin que puedas escapar.
Sin que existan los reproche
Devolviendo aquel silencio
que dibujo la despedida
en un beso sin medida.
De cada lado del negro vidrio
que te condujo al exilio.
No fue mi carro, no fue tu coche
lo que te apartó de mí esa noche.
Fue el destierro, fue el engaño
al caminante que va gritando.

No sufro tu ausencia.
Aunque lejos, estas aquí;
en mi pecho, en mi cuerpo,
arropado en mí lecho.

Tu dormido en solitaria cama.
Abro tu puerta muy de mañana.
Ves mi cuerpo no dices nada
no hace falta las palabras;
No es el lenguaje del amor.
Basta una mirada compartida,
Para descubrir que embriagas mi vida.


Responde la naturaleza con todo su esplendor.
La fuerza de un manantial en mi interior
Un potro salvaje al galope recorre tu pecho.
¿Quién hace retroceder al río?
Ya tu cuerpo cerca del mío
Se deja escapar un profundo suspiro
Que surca los mares, en segundo, su recorrido.

Tu cuerpo despide ya la fragancia del amor,
La fragancia de las rosas la que me enamoró.

Así como el rosal, al reventar el alba.
Con el rocío mañanero
Déjame deslizar mis dedos
Hasta que la piel descubra el fuego
Que fundirá nuestros cuerpos.
Olvidando el mundo entero
Viajando por el cielo,
Descubriendo lo más bello;
Ese amor puro y sincero
Que nos negó la distancia y el tiempo.


Permite que el ave emprenda el vuelo
Que vaya en busca de la estrella fugaz.
Dibuja en mi cuerpo el camino al cielo
Allá a la cima pretendo llegar.
Vuela a mi lado que en el camino
Flores y estrellas se juntaran.
Ya no hay regreso dice el destino
Juntos amarnos por la eternidad.





miércoles, 17 de febrero de 2010



Tan solo una flor



Quiero tener en mis manos, una flor. tan solo una flor.


Que venga de tus manos, que sepa yo, que vienen de tus manos


Que al percibir su aroma impregne mi corazón de tu olor


Que su color sea tan intenso y profundo, para medir tu amor


Descubrir con la tersura de cada pétalo, la ternura de tus caricias.


Como decirte sin decirte, que descubras tu corazón.


Como tocarte sin tocarte, para que sientas cada latido.


Como acariciarte sin acariciarte, para que escuches mi respiración.


Amar en silencio es una, solo, es una hermosa rosa


Que si la tomas a ciegas, finas espinas te atraviesan


Mi corazón llora solo en un rincón


No tiene manos para alcanzar tu amor


No vuela, alejarse no es su ilusión


Solo sabe gritar regálame una flor. Tan solo una flor.

lunes, 15 de febrero de 2010


LA RECOMPENSA


Aunque te parezca mentira, lo que te voy a contar sucedió, lo que no recuerdo es si fue en mi imaginación o en la de alguien más. Pero ¿quien dice que la imaginación no es parte de la realidad? Estando aun muy pequeño vi pasar junto a mí un número inmenso de personas, si, los recuerdo, entre ellos llamó mi atención una niña blanca como la nieve, de cabellos largo como las aguas del río que no se dónde va a parar, es que el color que de el se desprendía, me dejaba casi ciego; brillaba como el oro. Sus ojos, en un primer momento, pensé, son de cristal pero rápidamente pude descubrir que se trataba de un manantial de llanto. No pude controlar la curiosidad. Acercándome a ella alcancé a preguntar ¿por qué lloras, qué te asusta, tu madre dónde está? ante que ella hablara le presenté a mi mamá. Con voz alegre le dije: te la puedo prestar ella vive en el cielo solo tienes que decirle mamá y como por arte de magia ella te abrazará. Si quieres vives conmigo mi casa es de verdad su techo pintado de azul me muestra la inmensidad. Mi ropa no te la presto es que llevo una no más pero si de algo te sirve con mis brazos te he de abrigar. De pronto sus ojos se iluminaron. No fue por mis nada más; se oyeron unos pasos se trataba de su mamá una mujer fina y elegante de dulce caminar que la tomó en sus brazos para que dejara de llorar. La niña blanca me presentó a su mamá a quien le pidió que me llevara a su hogar cotó lo sucedido y sin pensarlo dos veces me tomó por una mano. Desde ese día tengo dos mamás.

domingo, 14 de febrero de 2010

Voz que nunca se oyó.
Que tan poquito pidió
¡No más un abrazo!
Allí su lágrima derramó
No entiende por que razón,
La vida la olvidó.
Abandonada anduvo por el camino
Viendo sus sueños destruidos.
Pasaron los años, ni el frío ni el calor.
Niegan refugio, detienen su corazón.
Inerte va en bus a la sepultura.
Que triste soledad oprime
Tus ojos, tú alma gime;
Quieres dar lo que ya no pide.
No hay consuelo, ya lejos voy.
Aunque tú me ves, ya lejos estoy.
Sí, la fría madera te consolará,
A ella podrás amar.
La vida efímera es.
Ya inerte tú me ves,
A través de un cristal
En donde irónicamente,
Dices palabras que no escuché.
Extiende tus brazos ¿y para qué?
Si ya ni tocarme lo puedes hacer.
Sí, aférrate a la madera.
Total no lo sabré
Tu dolor no lo sentiré.
Es que en vida, me entregaste,
el abrazo de quien mutilado es,
el te quiero, del que no habla.
Secaste mis lágrimas, con un coleto
Nunca supiste que caían al suelo.
Tus ojos fuero ciego, mi rostro, no vieron.
Que lloraron por tus brazos, por un te quiero.
Saliste de mis entrañas, no me viste vivir.
Hoy ya no existo, veme morir.
No quiero tu abrazo, anda se feliz.
Me lo negaste en vida.
Corre, vete de aquí.
No te quiero cerca, déjame dormir.
Me negaste la vida, solo quiero morir.

viernes, 12 de febrero de 2010

Matrimonio


No pedí ser tu esposa;
La que cerca vive, no goza
No imploré juramento fiel,
Ni dulce, ni mieles, ni vergel.
Nunca quise detener la vida,
Tras un marco de risas fingidas.
No quise vestir de blanco,
Ni flores entre mis manos.
No pedí tu cuerpo a mi lado,
Ni tomar mi brazo, para contar los pasos.
No soñé, pastel y copas.
Que cruzas y a tu espalda arrojas.

Tras el velo escondía mis celos. Tú, a tu amante.
Al arrojar mi copa, derrame mi vida. Con ella, mi sangre.
Con el flash, congelada la risa, los sueños de amarte
Vestido blanco papel, escrito el futuro fue.
Mientras se marchitaban las rosas
Mi dolido corazón padecía
Nunca pedí ser tu esposa.

Solo quería ser tu amante.
La que lejos vive y goza.
Que en solemne acto de amor,
Toca la luna, en ella, descubre rosas.
Pensé detener el tiempo
Nuestros cuerpos explorar,
Conjugar llanto alegría
En un solo palpitar.
Tu, descubriendo en cada beso.
La inocencia que queda atrás.
Descubrirnos por entero
Cuerpo alma despiden fuego.
Frente a frente vernos siempre,
para volvernos a enamorar.
Puedes ir ya llega el alba,
Se que pronto regresaras.
Ya no quiero ser tu esposa
Como amante te quiero más.
El pasado, pasado es.


El pasado nunca regresa
El pasado es espuma de cerveza
Es palique, charla, una conversa
Es imán de polos iguales
Es huella de esquimales
Es un inciso en nuestras redes
El pasado ya lo viví
Es aquel libro que un día escribí
Es lo que solo hoy comprendí
El pasado se muere
Es jardín de flor marchita
Olvidada en plenilunio
Es un llanto taciturno.
El pasado se lleva acuesta
Es una puerta que abres y cierras
Abres de frente. Cierras y te alejas